Este año se contó con 5 reconocidos triatletas internacionales, Lea Riccoboni (Francia), Samuel Araujo (Brasil), Fellipe Santos (Brasil), Emma Iodice (Argentina) y Gabriela Carena (Argentina). Además estuvieron presentes los ganadores de la anterior versión, Carla Cruz y Gustavo Montero.
El 28 de enero se realizó en Santa Cruz, la 7ma versión de Ironcamba, el evento de triatlón más grande de Bolivia. La prueba tuvo lugar en el Urubó Village, con una duración de aproximadamente ocho horas.
El evento, que nació de un grupo de amigos que tenían un sueño, tener un triatlón de nivel internacional en Santa Cruz – tal como relatan los creadores, Bernardo Straube y Rolando Cerezo –, actualmente, estuvo bajo la organización de la productora de eventos deportivos, Atlestar y convocó a más de 600 personas que llegaron de todo el país.
Este año se contó con 5 reconocidos triatletas internacionales, Lea Riccoboni (Francia), Samuel Araujo (Brasil), Fellipe Santos (Brasil), Emma Iodice (Argentina) y Gabriela Carena (Argentina). Además estuvieron presentes los ganadores de la anterior versión, Carla Cruz y Gustavo Montero.
Ironcamba, el triatlón más exigente del país
Ironcamba es considerada como una “competencia sin precedentes”, debido a que, es el primer evento, a nivel Bolivia, en ofrecer un triatlón de media distancia (1900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y de 21 kilómetros de carrera pedestre), bajo una organización de calidad internacional.
Por otro lado, también cuenta con la categoría de triatlón de distancia Sprint (750 metros de natación, 20 kilómetros de ciclismo y de 5 kilómetros de carrera pedestre), y para los amantes del running, está la categoría Ironrun, una carrera pedestre de 5,10 y 21 kilómetros.
Este año se implementaron dos categorías más, convirtiéndolo en un gran festival deportivo. Para los menores a 15 años se tuvo el IronCambita, una carrera pedestre de 1 y 2 kilómetros. Asimismo se creó la 1era versión del IronSwim, natación en aguas abiertas que contó con dos distancias; 1900m y 750m.
Al llegar a la meta, todos los atletas recibieron una medalla de finisher (finalista), mientras que los primeros tres lugares, se llevaron también un trofeo y regalos de los más de 20 auspiciadores.
Durante la carrera hubo control policial, ambulancias, equipo médicos y puntos de hidratación gracias a Powerade y Vital, que estuvieron a disposiciones de todos los competidores.